lunes, 24 de octubre de 2011

El Motín de Esquilache

Antes de realizar el análisis, veamos la situación de la época:
Año 1776. España se ve azotada desde hace cinco años por la subida del precio de los productos de primera necesidad, por ejemplo, el pan. Desde 1771, algunos habían duplicado su precio original. Esto, unido a que el sueldo de los españoles no era suficiente para adquirir tales productos, produjo una gran hambruna que afecto sobre todo a las clases más humildes, y poco a poco fue aumentando el descontento. Sin embargo, se aprovechó esta situación  por parte del clero y de la nobleza para servir sus propios intereses. El detonante de este descontento fue la orden que dio Esquilache de prohibir la indumentaria tradicional y imponer el sombrero de tres pico y la capa corta.
Resulta una tontería pensar que el Motín de Esquilache fue producido por un simple cambio de indumentaria. Sin embargo, si que fue un duro golpe a la dignidad nacional. Las causas que movieron a las clases populares a revelarse fueron el hambre, el descontento y el odio hacia Esquilache, al que se creía culpable de todas las carencias del momento. A esot le tenemos que añadir los propósitos de distintos grupos del clero y de la nobleza, que instigaron el motín para conseguir beneficios. Se cree que los organizadores del motín fueron los jesuitas y algunos nobles -según la Pesquisa Secreta de las autoridades en 1776- pero no está seguro. De todos modos, tuvo diversas consecuencias:
- Exilio de Esquilache de España, así como de algunos nobles sospechosos y de la orden de los Jesuitas.
- Restauración de la indumentaria tradicional.
- Ascenso de algunos personajes que se beneficiaron de la situación, como el Conde de Aranda.
A pesar de todo, el motín de Esquilache fue una revuelta de poca importancia, ya que no produjo ningún cambio profundo en la política española y duro apenas unos pocos días. Sin embargo hay que destacar la gran participación de gente del pueblo (alrededor de 20 000 participantes, aunque probablemente sea una exageración) y el hecho hubo rencillas aisladas en otras ciudades de España, además de en Madrid.
A mi parecer, el motín de Esquilache se puede considerar un hecho anecdótico, puesto que resulta curioso el detonante del motín fuera un simple cambio de indumentaria, pero creo que no se le debería conceder mayor importancia de lo que es: un motín popular causado por el hambre.

1 comentario:

  1. Está muy bien. Falta alguna tílde y analizar qué intereses podrían haber tenido la iglesia y el clero.
    9,5

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